lunes, 15 de junio de 2009

La Mala


Todas van de malas,
pero la mayoría no ha dicho
uh ah en una orgía
(de las buenas).
Perdóneme, padre,
por el abuso, el cliché,
la mediocridad, la asfixia.
La asfixia de tener
que explicarlo todo,
de mutar, ser libro,
bandada, mangosta
devorándose la serpiente,
pájara cucú,
sus huevos en lo ajeno,
(nace mi cría,
y está bien, que ella
se preocupe de arrojar
a los otros al vórtice).
Arrojar a los otros
como ellas, las malas,
quisieran desde
su impostada pose,
bondad transada,
emplastificada, como
caja de maquillaje
que quiere ser molotov.
Maquillaje al maquillaje,
molotov al molotv,
dice al padre en su púlpito.
Perdóneme, padre,
desde su arropada arritmia.
Perdónenme, amiguitas,
desde sus lavadoras
automáticas,
sus dioses machitos,
sus lecturas decandentes,
como ese idiota
de Bukoswsky.
Odio a Bukowsky.
Pero lo legitimas escribiendo
como él, me sopla,
la más aguda de las infantas.
Cómo podría vencerle
sino metiéndole su propio
trabuco en la síntesis.
Todas son fálicas.
Todas van de malas
pero son buenas.
Todas son Bukowsky,
quisieran ser poseídas,
pero la única que folla,
soy yo, y aún así
me despedazan
y van hablando por ahí.
En este nido
arrimo el culo
y dejo lo mío.
El resto lo hará
mi descendencia.

2 comentarios:

  1. Bueno, bueno..., y entonces con quien disfruté yo de la noche pasada?

    Te doy la razón en una cosa: van de malas, pero tú también, y amparada en la gracia de llamarte Santa desde el anonimato.

    Aunque todavía no te has encontrado con el verdadero diablo qué te enseñará cuál es la maldad buena, la definitiva, la de la voz categórica que te hará volverte definitivamente loca por él...

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  2. Rabito Precioso: nada mejor que el matesro Crawley, para desquiciar un poco los polos estos que nos seducen. Yo soy pánica, está claro, y la verdadera maldad, no es como la de ellas ni como las mías. Reconozco que soy pícara, pero poco tolerante. Tuya,

    la Desalmada

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