viernes, 19 de junio de 2009

La Metamorfosis


Aumentada
con la lupa
de tu curiosidad
podría ser tuya,
ser la piedra de sal
que lame un caballo.
Pero no tengo
musculatura ni sé
acentuar sin ayuda,
y el calor es una
avutarda por no
decir cualquier ave,
y soy la O de océano
desparramada en el sofá,
criando algas, crustáceos
mirando el noticiero,
comiéndome un polo,
marcando números,
sms a alguno
que quiera venir
a darse un chapuzón
encima mío. Por que tú
sólo miras, y pretendes
sonsacarme secretos.
Y la verdad estás bueno,
pero amiguitos como tú
tengo bastantes, igual
no es coincidencia
de que seas gay ni nada
por el estilo. Lo
que sucede es que pinchas
con tu alfiler entomólogo,
y no me importa tu recato,
tampoco tus apetencias
que no me incluyen.
Soy la avutarda, soy
el océano. La piedra
de sal de tu caballo,
o tu caballo. La marea
nos lleva y el calor
ni pregunta cuando
te toco la bragueta.

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