jueves, 1 de octubre de 2009

La Consoladora


Piolín,
quieres que te diga algo,
mientras coses y descoses
tu boca de ángel del Giotto,
porque estás triste. Yo quisiera
decirte que eres un pez-gallo,
la constelación del pavo real,
un sestercio, un carrete de hilo
color calipso, cosas que se me vienen
a mi cabeza descocada
porque soy santa y hago milagros
con el lenguaje (aunque tú
no lo entiendas). Pero sabes
que lo hago por ti y en ello
te regocijas, y te vuelves blando
como un algodón de azúcar,
chaval de nata montada, brillante
como un zapato de Manolo
Blahnik, o un cinturón de Bulgari.
No lo entiendes, pero ves algo
que reverbera y lo cojes
con tu mano de niña, y lo guardas
en tu bolsillo porque así
me lo haz pedido, guapo. Que nadie
rompa tu corazón de nuevo: sé
que te enteras de esto último,
y que ya vendrás de tu tienda
a pasearte por mi cyber:
"Gemma, léemelo otra vez",
y habrás olvidado un poco
a ese imbécil pichafloja.

4 comentarios:

  1. Venga ya, tú que vas a ser santa! Jajaja, hablando con pajarillos. Desde luego, hay que ver cómo están las cabezas...

    Me meto un poco contigo para que te enfades, para que reacciones y para divertirme a tu costa mientras tanto, porque desde el martirio y la incomprensión de quien se cree especial-tú te lo crees-ni poeta ni poesía ni gracia ni nada de nada, no vales un pimiento de ese modo.

    Y nunca has montado al Asturiano(perfectamente puedo estar hablando de un pura sangre).

    ResponderEliminar
  2. Es como que tus munditos madurándose, las cosucas que te tienes creídas, las vi ya en otro sitio, pero aquí disfrazadas, y más concretamente en otra muchacha -la que realmente eres- que también intenta escribir, aunque está desaparecida en blogilandia. Resulta atractivo este espacio, en un principio, pero no es serio, enseguida se ve de qué pie cojeas. Bueno, eso lo veo yo -que sé quien eres y dónde te escondes-, pero como quiero ser güeno, como lucho cada día por ser un poco más güeno..., me callo. Me callo, sí, pero también te puteo un poco, porque soy malo y viejo como lo es la mejor gente..., y por suerte no soy como nada de lo que has conocido en tu miserable vida (también se le pueden anteponer otros adjetivos a cualquier vida).

    Y tú sí que estás guapa en tu foto, pero guapa guapa, más guapa que en la realidad.

    En fin, como es sabido por los habitantes de blogilandia, no quiero tener capilla entre poetines. Por eso hago estos comentarios que pueden resultar terroríficos a las universitarias. Y para que nunca más se te ocurra llamarme guapo, porque más de tres veces sólo se lo tolero a la que yo quiero, que esa sí que es una mujer y no una niña pija como tú.

    ResponderEliminar
  3. Hummmm, qué inteligente eres, Adolfo, y haz averiguado que me va la caña, y que eso más que intimidarme, me pone como una cerda. ¿Y si envías a tu novia unos días con su madre? No soy celosa y ella comprenderá que se tratará sólo de un retiro religioso. Pero hay que guardar la compostura. Que nadie crea que hay tensión sexual entre nosotros. Soy una santa real, pero odio el cybersexo. Es mejor pasearse por algún lugar de cancaneo o de dogging. Lo nuestro no tiene futuro. Nunca te he pedido que seas bueno ni que seas malo. Sólo te pediría que no fueses tan guapo, tú, que te has ofendido por mi frivolidad. Créeme, que al menos de mi parte, no me importa quién eres ni dónde te escondes: me importa que seas mi fan número uno, y que no me desees mal, y que yo no me sienta tan sola, empolvada en la foto como me ves, y muerta de asco en medio del santoral. Aún así, rezo por ti y sangro por tod@s como una rosa de nieve. Piolín es mi mejor amigo y cuento parte de su vida en un viejo post. Besos extasiados

    GEMMA

    ResponderEliminar
  4. Post data:

    Y la Identidad,
    Real o Ficticia,
    Siempre es una Trampa,
    Querido saltamontes.

    Besos Gélidos

    ResponderEliminar